Español
El cultivo de la patata es una fuente de sustento para muchos pequeños agricultores en Uzbekistán. El cultivo ocupa el tercer lugar después del trigo y el arroz en el país.
La tasa de consumo anual per cápita se estima en un promedio de 45 kg y muestra una tendencia al alza.
El Ministerio de Agricultura y Recursos Hídricos de Uzbekistán considera que el país debería aumentar la producción de la patata para poder satisfacer plenamente la demanda local.
Pero las preocupaciones sobre la disponibilidad de agua cuestionan la posibilidad de una mayor producción. Y esto eleva la prioridad de producir más con menos insumos, incluida el agua. Los investigadores argumentan que si se cultivan variedades tolerantes al estrés y se usan tecnologías que ahorran agua, los pequeños agricultores pueden aumentar los rendimientos de papa en un 40 por ciento.
Por lo tanto, los agricultores están buscando y probando nuevos métodos de riego y nuevas variedades De papa para mejorar la productividad. Este esfuerzo es apoyado por una serie de organizaciones internacionales de investigación que trabajan en conjunto con socios nacionales y autoridades locales para ayudar a los agricultores a lidiar con este problema.
La tasa de consumo anual per cápita se estima en un promedio de 45 kg y muestra una tendencia al alza.
El Ministerio de Agricultura y Recursos Hídricos de Uzbekistán considera que el país debería aumentar la producción de la patata para poder satisfacer plenamente la demanda local.
Pero las preocupaciones sobre la disponibilidad de agua cuestionan la posibilidad de una mayor producción. Y esto eleva la prioridad de producir más con menos insumos, incluida el agua. Los investigadores argumentan que si se cultivan variedades tolerantes al estrés y se usan tecnologías que ahorran agua, los pequeños agricultores pueden aumentar los rendimientos de papa en un 40 por ciento.
Por lo tanto, los agricultores están buscando y probando nuevos métodos de riego y nuevas variedades De papa para mejorar la productividad. Este esfuerzo es apoyado por una serie de organizaciones internacionales de investigación que trabajan en conjunto con socios nacionales y autoridades locales para ayudar a los agricultores a lidiar con este problema.
