Provincia China sobresale como productora de papa gracias a investigador peruano

Victor Otazu

Victor Otazu

十月 20, 2017

Cuando se le pregunta sobre los resultados obtenidos en China, el peruano Víctor Otazu describe su colaboración con el gigante asiático como "fructífera".

Este investigador de 70 años, laboró como experto en el Centro Internacional de la Papa, jubilándose hace dos años.

Otazu dirigió tres laboratorios que ayudaron a identificar genes resistentes a enfermedades en el cultivo del vital tubérculo.

El Centro Internacional de la Papa, con sede en Lima, es una institución de investigación global que tiene como objetivo ofrecer soluciones sostenibles a los problemas del hambre, la pobreza y la degradación de los recursos naturales.

Víctor Otazu:
 

"Una de nuestras actividades es coordinar y mejorar el trabajo de investigación del cultivo de papas en diferentes países."

Él estableció vínculos con China cuando un equipo de investigadores de la Academia de Agricultura y Ciencias Forestales de Qinghai visitó Perú. Inmediatamente fue invitado a conocer Xining, en la provincia de Qinghai.

Desde el 2007, cada dos años el experto peruano visita China como consultor de la Academia de Agricultura y Ciencias Forestales de Qinghai.

Otazu asegura que Qinghai no estaba hace una década en el "mapa chino de la papa". En aquel entonces, el gigante asiático ya era el líder mundial en la producción del valioso tubérculo. Sin embargo, en Qinghai habían muy pocas variedades.

Cuando llegó por primera vez a esa provincia, Otazu se emocionó al descubrir que el paisaje y la altitud mantenían ciertas similitudes con los lugares en Perú donde están situadas las estaciones experimentales para investigar sobre la papa. Además, descubrió que el clima local y las condiciones geológicas eran favorables para la producción de semillas de papa, evitaban que los insectos dañaran la cosecha y se minimizaba el riesgo de enfermedades transmisibles.

Entonces, comprendió que Qinghai podría convertirse en un importante productor nacional de semillas de papa.

En esa primera vista y basándose en sus observaciones, les ofreció sugerencias. Y quedó sorprendido al ver que sus colegas chinos las tomaron muy en serio. Enseguida realizaron algunos cambios operaciones en las parcelas de cultivo, mejorando la eficiencia de la producción de semillas.

Además de realizar presentaciones sobre temas técnicos e intercambiar ideas con investigadores chinos, Otazu también visita las bases de semillas del Instituto de Xining y de otras zonas de Qinghai.

Este año, ha viajado a China en dos ocasiones. Y a pesar de que sus visitas suelen ser cortas, se ha quedado casi un mes en cada una. Dentro de las nuevas actividades, el experto peruano visita a los agricultores para comprobar si los productos agrícolas están correctos.

Víctor Otazu:
 

"Para que Qinghai aproveche mi experiencia en el cultivo de papas, trato de que mi estancia rinda al máximo. Ese es el objetivo principal de mis visitas a China."

Otazu también ayuda al Instituto Qinghai a compartir recursos con el Centro Internacional de la Papa en proyectos de cultivo y prevención de enfermedades.

Esta cooperación ha permitido que el Instituto Qinghai logre ostensibles avances en el cultivo de papas. Su eficiencia ha aumentado 10 veces en apenas una década.

Actualmente, Qinghai se encuentra entre los principales productores nacionales de semillas de papas y comercializa sus productos en una docena de provincias de China.

El tipo de papa Qingshu-9, creada en Qinghai, es ahora la variedad más cultivada en los campos de China continental. Para el 2016, ya se habían cultivado cerca de un millón de hectáreas y los ingresos netos para los agricultores habían aumentado en 2.810 millones de renminbi (42 millones de dólares).

A pesar de no hablar chino, la comunicación de Otazu con sus colegas de Qinghai no ha sido un obstáculo insalvable.

Víctor Otazu:
 

"Sus consejos nos ayudaron a resolver muchos problemas técnicos", confirma Wang Jian, subdirector del Instituto Qinghai. "Es una persona amigable y sincera, que acopla con los investigadores chinos."

La relación Qinghai-Perú ha sido un paradigma de la cooperación de beneficio mutuo ganar-ganar.

Víctor Otazu:
 

"Apreciamos este intercambio. No sólo mi aporte a China, sino también el aporte del personal técnico de Qinghai que visita Perú."

Otazu considera que la papa sigue siendo un cultivo muy importante, especialmente para algunos países africanos en desarrollo. En esas naciones, aunque es un cultivo relativamente nuevo, la papa no sólo se aprecia como un alimento básico. También representa una fuente importante de ingresos para los agricultores locales.

Perú, padre de la papa y con un rico acervo genético de este tubérculo, contribuye al orbe a través de la cooperación con otros países, China incluida.

Por su contribución a la investigación y producción de papas en Qinghai, el investigador peruano Víctor Otazu fue honrado con el "Premio de la Amistad" que otorga el gobierno chino. Este premio se entrega a los expertos extranjeros que han realizado importantes contribuciones al desarrollo social y económico de China.

Aunque está jubilado, Otazu promete que su colaboración con China continuará. Y dentro de su nueva dinámica de vida, pasará más tiempo ayudando en Qinghai.

Actualmente, China es el mayor productor de papas del mundo.

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