Científicos del CIP reciben premio por trabajo sobre deficiencia de Vitamina A

Científicos del CIP reciben premio por trabajo sobre deficiencia de Vitamina A
Junio 28, 2016

Tres científicos del Centro Internacional de la Papa (CIP): los Drs. Jan Low, Maria Andrade y Robert Mwanga, y al Dr. Howarth Bouis, de Harvest Plus, son los ganadores del premio World Food Prize del 2016, equivalente al Premio Nobel de los Alimentos y la Agricultura, como reconocimiento a su éxito conjunto en mejorar la nutrición y salud a través del uso de cultivos biofortificados, anunció hoy el Embajador Kenneth M. Quinn, Presidente del “World Food Prize”.

En la ceremonia para anunciar a los premiados, realizada en la sede del Departamento de Estado de Estados Unidos, el Embajador Quinn resaltó: “es particularmente conmovedor ver que entre los premiados del 2016, se encuentren dos africanos y dos mujeres científicas”.

Los cuatro premiados compartirán el premio de doscientos cincuenta mil dólares. Este galardón, es el más importante a nivel internacional, y busca reconocer a individuos que con su trabajo innovador logran aliviar el hambre y promueven la seguridad alimentaria a nivel global. El premio será entregado formalmente durante la semana del “World Food Prize”, que se llevará a cabo del 9 al 14 de octubre del 2016, en la ciudad de Des Moines, estado de Iowa.

“Estos cuatro científicos han cambiado millones de vidas a través de sus esfuerzos”, señaló la Dra. Barbara H. Wells, Directora General del CIP, quien asistió a la ceremonia en el Departamento de Estado en la que se anunció los nombres de los premiados. “Probaron la hipótesis de que el camote de pulpa anaranjada podía tener aceptación en las dietas de varios países de África, mejoraron y produjeron variedades resistentes de camote que la población aceptó, y hoy la evidencia indica que estas comunidades gozan de mejor salud como consecuencia directa de esos esfuerzos”, subrayó.

Unos 150 millones de personas a nivel global se ven afectadas por la deficiencia de vitamina A.[i] En África subsahariana y Asia, esta deficiencia es la principal causa de ceguera, enfermedad y muerte prematura en niños menores de 5 años. Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia también forman un grupo de alto riesgo por la deficiencia de vitamina A. El camote de pulpa anaranjada es una gran fuente de esta vitamina. Con sólo 125 gramos de camote fresco al día, especialmente de pulpa anaranjada, se logra obtener suficiente betacaroteno para prevenir la ceguera infantil. El CIP adoptó el camote dentro de los cultivos bajo su mandato en 1988, y desde entonces comenzó a trabajar en el camote de pulpa anaranjada con alto contenido de vitamina A. En 1995 lo introdujo en África, continente que hasta entonces sólo contaba con variedades de pulpa blanca, sin betacaroteno.

Una lección aprendida muy temprano en el proceso de introducción de camote de pulpa anaranjada, fue que era necesario trabajar en el mejoramiento de las variedades en África, de tal forma que la propiedad pro-vitamina A, es decir el contenido de betacaroteno, fuera prevalente en camotes con sabor y características agronómicas aceptadas por productores y consumidores. Esto requirió convencer a gobiernos y donantes de invertir en un cultivo que hasta entonces había sido largamente ignorado, considerado cultivo de los pobres, y en muchos países, un cultivo asociado sólo con la población femenina.

La Dra. Andrade y el Dr. Mwanga, científicos de Mozambique y Uganda respectivamente, dedicaron más de 15 años al plan de mejoramiento y obtención de camote de pulpa anaranjada enriquecido con vitamina A, utilizando material genético del CIP y variedades locales dominantes. La Dra. Low estructuró los estudios y programas de nutrición y, junto a un equipo multidisciplinario de fitomejoradores, agrónomos, especialistas en semilla y en ciencias sociales del CIP y otras instituciones socias, obtuvo como resultado que al día de hoy, más de dos millones de familias en 10 países de África siembren y consuman este alimento fortificado nutricionalmente. Además de su valor nutricional, cabe resaltar que este cultivo es climáticamente resiliente, lo que es importante en ciertas zonas de África subsahariana que experimentan eventos climáticos extremos. El CIP apoya 12 programas nacionales en África en sus esfuerzos de mejoramiento del cultivo de camote desde sus plataformas en Uganda, Mozambique y Ghana, y continúa en el esfuerzo de crear una comunidad de práctica que enfrente los cuellos de botella que puedan existir en los sistemas de producción de semillas y en la creación de cadenas de valor sostenibles.

La aceptación del camote de pulpa anaranjada por parte de consumidores de África requirió de educación a nivel de comunidades y en el campo, donde los agricultores aprendieron buenas prácticas de agricultura para asegurar la disponibilidad de variedades libres de enfermedades y plagas, tolerantes y nutritivas.

“El equipo del CIP identificó muy temprano que los niños adoraban el sabor del camote de pulpa anaranjada”, menciona el Dr. Oscar Ortiz, Director General Adjunto para la Investigación y el Desarrollo del CIP. “Cuando los niños comen este camote durante sus primeros 1000 días de vida, pueden combatir muchos de los problemas relacionados a la desnutrición, como la ceguera, y debilidad de su sistema inmunológico”, añade.

El Dr. Howarth Bouis, fundador de Harvest Plus, fue pionero durante más de 25 años de la implementación del enfoque multiinstitucional para la biofortificación, como estrategia global de mejoramiento de cultivos. Resultado de su liderazgo, cultivos como el frijol, arroz, trigo y mijo perla, biofortificados con hierro y zinc, junto con la yuca, el maíz y el camote enriquecidos con vitamina A, están siendo probados y lanzados en casi 40 países. Harvest Plus es una colaboración entre el IFPRI (Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias) y el CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical). El CIP, el CIAT y el IFPRI son tres centros que pertenecen al CGIAR, un grupo de centros internacionales dedicados a la investigación en agricultura para el desarrollo, con la misión de combatir la pobreza el hambre y la desnutrición, así como la degradación del ambiente a nivel global.

Escuche a dos investigadores del CIP hablando sobre biofortificación en papa en https://goo.gl/FdUvQ8

Sponsored Content