El índice de precios de los alimentos de la FAO sigue cayendo en marzo de 2023

The FAO Food Price Index continues to drop

The FAO Food Price Index continues to drop

Abril 09, 2023
El índice de precios de los alimentos de la FAO* se situó en un promedio de 126,9 puntos en marzo de 2023, esto es, 2,8 puntos (un 2,1 %) menos que en febrero, disminuyendo así por 12.º mes consecutivo tras alcanzar su nivel máximo hace un año.

En los últimos 12 meses, desde marzo de 2022, el índice ha caído hasta 32,8 puntos (un 20,5 %). La disminución del índice en marzo obedeció a un descenso de los índices de precios de los cereales, los aceites vegetales y los productos lácteos, mientras que aumentaron los del azúcar y la carne.

El índice de precios de los cereales de la FAO registró en marzo un promedio de 138,6 puntos, es decir, 8,2 puntos (un 5,6 %) menos que en febrero y 31,6 puntos (un 18,6 %) por debajo del nivel de hace un año. El descenso de este mes refleja una caída de los precios internacionales de todos los cereales principales. Los precios internacionales del trigo fueron los que más cayeron, un 7,1 %, como consecuencia de la abundante oferta mundial y la fuerte competencia entre exportadores.

La prórroga de la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro, que permite que Ucrania siga exportando desde sus puertos en el Mar Negro, también contribuyó a la disminución. El incremento de las estimaciones acerca de la producción de Australia, junto con la mejora de este mes de la situación de los cultivos en la Unión Europea, impulsaron aún más las perspectivas sobre la oferta mundial.

La fuerte competencia de la Federación de Rusia, donde la abundante oferta sigue favoreciendo unos precios competitivos, también sostuvo la presión a la baja sobre los mercados. Los precios mundiales del maíz también registraron una caída en marzo, del 4,6 %, ante la presión ejercida por la disponibilidad estacional debida a las cosechas en América del Sur, las expectativas de una producción sin precedentes en el Brasil y la prórroga de la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro.

En lo que respecta a otros cereales secundarios, los precios mundiales de la cebada y el sorgo disminuyeron un 6,7 % y un 5,7 %, respectivamente, influenciados por el efecto indirecto de la debilidad de los mercados del trigo y del maíz. Los precios internacionales del arroz bajaron un 3,2 % en marzo, depreciados por las cosechas en curso o inminentes en los principales países exportadores, como la India, Tailandia y Viet Nam.

El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en marzo en un promedio de 131,8 puntos, esto es, 4,1 puntos (un 3,0 %) menos que en febrero, ubicándose un 47,7 % por debajo del nivel de hace un año. El descenso del índice se debió totalmente a la bajada de las cotizaciones de los aceites de soja, de colza y de girasol, que contrarrestó con creces la subida de los precios mundiales del aceite de palma.

Tras caer durante tres meses consecutivos, los precios internacionales del aceite de palma repuntaron en marzo. Además de la reducción de los niveles de producción en Asia sudoriental debido a condiciones meteorológicas desfavorables e inundaciones en algunas regiones productoras, los precios del aceite de palma también se vieron empujados al alza a consecuencia de la escasez mundial de suministros exportables ante la imposición de restricciones temporales a la exportación por parte de Indonesia.

Por el contrario, los precios mundiales del aceite de soja continuaron cayendo, siguiendo la tendencia a la baja de las cotizaciones internacionales de la soja. Mientras tanto, los precios de los aceites de colza y de girasol también siguieron disminuyendo como resultado de la abundante oferta mundial y la atonía de la demanda mundial de importaciones, respectivamente.

El índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró en marzo un promedio de 130,3 puntos, es decir, 1,1 puntos (un 0,8 %) menos que en febrero, situándose 15,6 puntos (un 10,7 %) por debajo del nivel registrado en el mismo mes de hace un año.

El descenso de marzo obedeció a la bajada de las cotizaciones del queso y la leche en polvo, mientras que subieron los precios de la mantequilla. La disminución de las cotizaciones internacionales del queso se debió a la ralentización de las compras por parte de la mayoría de los principales países importadores de Asia en un contexto de aumento de las disponibilidades exportables, también de las existencias, en los principales países exportadores.

Los precios de la leche en polvo cayeron por noveno mes consecutivo, sobre todo a causa de la apatía de la demanda de importaciones, especialmente en el caso de las entregas a corto plazo, y del aumento estacional de la producción lechera en Europa occidental. Por el contrario, los precios de la mantequilla aumentaron debido a la sólida demanda de importaciones, especialmente en los países de Asia septentrional y sudoriental, de suministros de Oceanía, donde el descenso estacional de la producción lechera fue algo inferior a lo previsto de acuerdo con las tendencias.

El índice de precios de la carne de la FAO* registró en marzo un promedio de 113,0 puntos, cifra que, si bien supone un ligero incremento (de 0,9 puntos y un 0,8 %) desde febrero, equivale a 6,3 puntos (un 5,3 %) menos que hace un año. En marzo aumentaron las cotizaciones de la carne de bovino bajo la influencia del alza de los precios internos en los Estados Unidos de América, donde se prevé que la oferta de ganado sea más baja en los próximos meses.

Los precios de la carne de cerdo aumentaron ligeramente, sobre todo debido a la subida de los precios en Europa por las persistentes limitaciones de la oferta y el aumento de la demanda antes de Semana Santa. Por el contrario, los precios de la carne de aves de corral cayeron por noveno mes consecutivo a raíz de la atonía de la demanda mundial de importaciones, pese a los problemas de suministro ante los brotes generalizados de gripe aviar en varios de los grandes países exportadores.

Los precios de la carne de ovino también bajaron en promedio, a causa de un ajuste a la baja respecto de los altos precios registrados en febrero, lo cual se debió al aumento de la demanda antes de Semana Santa y a los efectos de las fluctuaciones de los tipos de cambio.

El índice de precios del azúcar de la FAO se situó en marzo en un promedio de 127,0 puntos, esto es, 1,8 puntos (un 1,5 %) más que en febrero, lo que representa el segundo aumento mensual consecutivo y el nivel más elevado desde octubre de 2016.

El aumento de los precios obedeció principalmente a preocupaciones por la disminución de las disponibilidades de azúcar a nivel mundial en la campaña 2022/23, tras las previsiones de descenso de la producción en China, la India y Tailandia. Sin embargo, las perspectivas positivas para los cultivos de caña de azúcar en el Brasil, a punto de ser cosechados, limitaron la presión al alza sobre los precios mundiales del azúcar.

La disminución de los precios internacionales del crudo, que alentó a un mayor uso de caña de azúcar para producir azúcar en el Brasil, sumada al debilitamiento del real brasileño frente al dólar de los EE.UU., contribuyó a limitar el aumento intermensual de los precios mundiales del azúcar.
 

*A diferencia de otros grupos de productos básicos, la mayoría de los precios utilizados en el cálculo del índice de precios de la carne de la FAO no se encuentra disponible en el momento del cómputo y publicación del índice de precios de los alimentos de la Organización; por tanto, el valor del índice de precios de la carne de los meses más recientes se deriva de una combinación de precios previstos y observados.En ocasiones, esto puede hacer precisas revisiones significativas del valor final del índice de precios de la carne de la FAO que, a su vez, podrían influir en el valor del índice de precios de los alimentos de la Organización.

 
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El índice de precios de los alimentos de la FAO sigue cayendo en marzo de 2023