Con más respaldo en recursos, la siembra de papa acaba de despegar bien en la provincia. (Courtesy: Pastor)
Cuba: Perjudicada la siembra de frío en Ciego de Ávila
La siembra continúa registrando las dificultades y atrasos que para la actual campaña de frío no concibieron ni directivos de la agricultura ni productores directos, tanto del sector estatal como del cooperativo y campesino en Ciego de Ávila.
Asociadas básicamente al inapropiado comportamiento del clima y al déficit de combustible que ha golpeado a la nación en los últimos meses, sin subestimar situaciones muy específicas que puedan depender de factores de carácter organizativo o subjetivo, las causas han repercutido con fuerza sobre la preparación de tierras en la casi totalidad de los cultivos, con excepción de la papa, cuya siembra pudo arrancar, por fin, este sábado 16 de noviembre, por la Empresa Agropecuaria Arnaldo Ramírez, en el municipio de Primero de Enero.
Según explica Orlando Pérez Pedreira, delegado de la agricultura en la provincia, similar ha sido hasta la fecha el panorama de los granos y el de las hortalizas, excepto el tomate, con un poco más de prioridad, junto a la papa.
Como se sabe, en ambos cultivos Ciego de Ávila mantiene alta participación a escala nacional, si se tiene en cuenta que a esta provincia corresponde más del 40 por ciento del tomate que cosecha el país, mientras se inscribe entre las principales productoras del tubérculo, con 1 050 hectáreas (ha) programadas en esta ocasión.
Preocupaciones continúa generando entre directivos y agricultores la situación en torno al llamado paquete tecnológico, con mayor garantía, hasta ahora, solo para la papa, y apenas un once por ciento de lo que demanda el tomate.
Frente a tal inconveniente y a un déficit de fertilizantes que ya hizo estragos en la siembra de primavera, se apela a posibilidades como las que ofrecen los medios biológicos, los biofertilizantes o el uso de la tracción animal en el mayor número posible de actividades, pero el vacío se hace sentir con fuerza.
A lo sembrado, o en producción desde antes, se le trata de extraer el mayor provecho, en busca de niveles superiores de acopio y venta; sin embargo los rendimientos agrícolas no se están comportando a la altura de lo previsto, como consecuencia de las irregularidades ya mencionadas.
Curiosamente, se dispone de maquinaria suficiente para acometer la preparación de tierra y otras labores que requieren la intervención de equipos; hay agua, experiencia en las empresas y unidades productoras, así como voluntad para incrementar la siembra.
Por ello, aunque a esta altura resulte muy difícil llegar a las 21 600 ha que concibe la campaña de frío, sin incluir el arroz y el tabaco, especialistas opinan que, de mejorar las disponibilidades de combustible, aún se podría revertir la tendencia de una siembra que no llega al 40 por ciento de las 7 528 ha previstas hasta octubre.
Lo cierto es que todo ello ha tenido repercusión directa en los estantes y anaqueles de mercados agropecuarios estatales, donde concurren miles de avileños en busca de viandas, granos, frutas o vegetales en una provincia que por sus potencialidades creó en su población el hábito de ver esos establecimientos bien surtidos y comprar en ellos, sin desespero, lo necesario para satisfacer las necesidades del hogar.
Asociadas básicamente al inapropiado comportamiento del clima y al déficit de combustible que ha golpeado a la nación en los últimos meses, sin subestimar situaciones muy específicas que puedan depender de factores de carácter organizativo o subjetivo, las causas han repercutido con fuerza sobre la preparación de tierras en la casi totalidad de los cultivos, con excepción de la papa, cuya siembra pudo arrancar, por fin, este sábado 16 de noviembre, por la Empresa Agropecuaria Arnaldo Ramírez, en el municipio de Primero de Enero.
Según explica Orlando Pérez Pedreira, delegado de la agricultura en la provincia, similar ha sido hasta la fecha el panorama de los granos y el de las hortalizas, excepto el tomate, con un poco más de prioridad, junto a la papa.
Como se sabe, en ambos cultivos Ciego de Ávila mantiene alta participación a escala nacional, si se tiene en cuenta que a esta provincia corresponde más del 40 por ciento del tomate que cosecha el país, mientras se inscribe entre las principales productoras del tubérculo, con 1 050 hectáreas (ha) programadas en esta ocasión.
Preocupaciones continúa generando entre directivos y agricultores la situación en torno al llamado paquete tecnológico, con mayor garantía, hasta ahora, solo para la papa, y apenas un once por ciento de lo que demanda el tomate.
Frente a tal inconveniente y a un déficit de fertilizantes que ya hizo estragos en la siembra de primavera, se apela a posibilidades como las que ofrecen los medios biológicos, los biofertilizantes o el uso de la tracción animal en el mayor número posible de actividades, pero el vacío se hace sentir con fuerza.
A lo sembrado, o en producción desde antes, se le trata de extraer el mayor provecho, en busca de niveles superiores de acopio y venta; sin embargo los rendimientos agrícolas no se están comportando a la altura de lo previsto, como consecuencia de las irregularidades ya mencionadas.
Curiosamente, se dispone de maquinaria suficiente para acometer la preparación de tierra y otras labores que requieren la intervención de equipos; hay agua, experiencia en las empresas y unidades productoras, así como voluntad para incrementar la siembra.
Por ello, aunque a esta altura resulte muy difícil llegar a las 21 600 ha que concibe la campaña de frío, sin incluir el arroz y el tabaco, especialistas opinan que, de mejorar las disponibilidades de combustible, aún se podría revertir la tendencia de una siembra que no llega al 40 por ciento de las 7 528 ha previstas hasta octubre.
Lo cierto es que todo ello ha tenido repercusión directa en los estantes y anaqueles de mercados agropecuarios estatales, donde concurren miles de avileños en busca de viandas, granos, frutas o vegetales en una provincia que por sus potencialidades creó en su población el hábito de ver esos establecimientos bien surtidos y comprar en ellos, sin desespero, lo necesario para satisfacer las necesidades del hogar.
