La patata como forma de vida

The potato as a way of life
Jesus Fernando en su parcela de Campaspero.
Marzo 14, 2023
Es la capital, por excelencia, de la comarca de La Churrería. Está situada en los ‘Altos de la Mula’. Concretamente en el páramo que se extiende a la izquierda del valle del río Duero. Es la localidad que se ubica a mayor altura de la provincia. A 55 kilómetros de la capital. Su vida gira en torno a dos núcleos comarcales como Peñafiel y Cuéllar.

Se trata de Campaspero, un pueblo en el que domina la sobriedad. Lo esbelto de sus casas. De piedras blancas. Las canteras son famosas en un municipio que cuenta en la actualidad con 1.042 habitantes, según los datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Además de la piedra, el municipio pucelano presume de la calidad de su patata. Gracias al terreno, éste da a un alimento básico de nuestra dieta las mejores características para el disfrute de los comensales. La variedad Monalisa es la joya de la corona. Aunque la Agria y también la Lucinda crecen en el lugar.

De ello sabe mucho Jesús Fernando García Martín. Nacido en el pueblo pucelano, de 52 años, heredó de su padre una labranza de 100 hectáreas y ahora de 170. En ellas cultiva, desde hace 15 primaveras, cereal, trigo, cebada, guisantes, girasol… y dedica una decena al cultivo de la patata.

El terreno, el secreto del éxito de la patata en Campaspero

Jesús Fernando García Martín:
 
"La clave del éxito de la patata de Campaspero es, en primer lugar, el terreno. Es muy fuerte y consistente."

"Hace que tenga una piel brillante, lisa y una carne blanca, que es lo que demanda el consumidor."

"En nuestro pueblo existe un grupo de agricultores dedicados a este producto, con años de experiencia. La sabemos cuidar muy bien."
Jesús lleva toda la vida como agricultor. Desde pequeño siguió, de cerca, el trabajo de su padre. Hace 15 años tomó la alternativa. Tiene tres hijos, muy deportistas, y toca el laúd en la tuna de la Facultad de Derecho de Valladolid. Aunque cada vez lo hace menos, como nos confiesa, por falta de tiempo.

La reina en el lugar es la Patata Monalisa. Sirve para todo. Para freír, para cocer, para hacer guisos… es la niña mimada. También está la Agria y la Lucinda. Pero la más cultivada y la más requerida por el cliente es la primera. Octubre es el punto álgido para la recogida.

Jesús Fernando García Martín:
 
"Consideramos que una buena cosecha puede rondar los 60.000 kilos por hectárea."

"Podemos llegar, entre todos los cultivadores y en un año bueno en la localidad, a los 12 millones de kilos."
En el lugar son entre 20 y 25 productores de este bien tan preciado.

Ahora, la Confederación Hidrográfica del Duero, con su anterior Plan Hidrológico, y con el actual que va a ir desde el 2023 hasta el 2027, limita el consumo de agua subterránea, por lo que el número de kilos de patata recogida se reducirá, añade nuestro protagonista.

Un hombre comprometido

Jesús Fernando García Martín:
 
"Soy agricultor. Me considero una persona comprometida con el sector agrícola. Llevo toda la vida."

"Se jubiló mi padre, yo tenía otro trabajo, y tras una conversación con él me comentó que la explotación, o la cogía yo o las daba a renta."

"Mi esposa es, también, hija de agricultor. La mujer opinó, me convenció y decidí lanzarme a la aventura."
Un compromiso tan palpable que le hace estar, a nivel local, como secretario en la Cooperativa de Campaspero, en El Páramo. También en la junta directiva de la Junta Agropecuaria Local del pueblo y de la Comunidad de Usuarios de Aguas Subterráneas Altos de la Mula, que es la que gestiona el agua de su municipio, y también de Torre de Peñafiel o de Fompedraza. Por otro lado, es, también, secretario de organización de Asaja Valladolid.

Jesús Fernando García Martín:
 
"Empecé con una labranza que ha ido evolucionando y que ahora es más grande, con 10 hectáreas de patatas. Mi día comienza cuando termina el día. Ahí pienso en lo que voy a hacer al siguiente."

"Las actividades que, también, el tiempo te permita. Cuando pasen las lluvias comenzaremos a tratar con fitosanitarios los cereales para frenar las malas hierbas. Empezamos con el cereal y estamos preparando parcelas para patatas."
Optimista por naturaleza

Nuestro entrevistado recalca, como lo hacen muchos agricultores más, que “son el eslabón más débil de la cadena”. Pero, con todo y con eso, es optimista y recalca que lo que ellos producen son patatas “de mucha calidad.

Jesús Fernando García Martín:
 
"Si solo fuera por la patata no podría vivir. Tengo mi explotación y disfruto haciendo mi trabajo. No conozco a ningún agricultor que se haya hecho rico. El problema con el que cuenta la agricultura en Castilla y León es que se está haciendo mayor. Hay que buscar ese relevo generacional."
Recalca, además, acciones para la protección del sector por parte de la Interprofesional de la Patata que busca concienciar al consumir de la calidad de las de la Comunidad. “Somos el mayor productor de España”, añade.

Vuelve a pedir el relevo generacional y que se les paguen como deben para que el mundo de la agricultura no muera.
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