Colombia: Industria pide importación de papa para ‘snacks’

Colombia: Industria pide importación de papa para ‘snacks’
maart 17, 2015

Por primera vez en 15 años, los empresarios solicitan al Gobierno que autorice la importación de papa.

La medida sería para completar el déficit de tubérculo que necesitan cubrir los procesadores de papa a la francesa congelada y papa frita en paquete. Esta situación no tiene nada que ver con la disponibilidad del producto para el consumo habitual de los colombianos.

El pedido, que ya fue debatido al interior del Consejo Nacional de la Papa, está en el escritorio del ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, desde el pasado 23 de febrero, cuando se le presentó de manera formal.

Los empresarios dicen que están a la espera de una respuesta pronta porque no cuentan con materia prima suficiente.

Las compañías que están a la expectativa de la decisión del Gobierno son McCain, Pepsico (Frito-Lay), Yupi y Super Ricas.

La disponibilidad limitada también afecta a comercializadores de papa que han empezado a distribuir el producto para el consumo de los hogares colombianos.

Carolina Lorduy, directora Ejecutiva Cámara de la Industria de Alimentos de la Asociación Nacional de Empresarios, Andi, explica que al Gobierno se le ha solicitado que autorice la importación de 36.000 toneladas de papa de la variedad Diacol Capiro, que equivale a 1,4 por ciento del total de la cosecha nacional.

La directiva señaló que esta variedad que demanda la industria es especial, empezando por el tamaño, y se dejó de sembrar en noviembre, por lo que lo que la cantidad que se cosechó no fue suficiente.

Según las cuentas, el déficit es del 30 por ciento en la cosecha normal de febrero, señaló la directiva. El otro 70 por ciento es fruto de la cosecha colombiana.

“Por esto, la industria que necesita la papa como materia prima le está pidiendo al Gobierno por primera vez en 15 años que le autorice la importación”, señaló Lorduy.

Añadió que, en particular, esta preocupación de la industria productora de snacks ha sido tratada con transparencia al interior del Consejo Nacional de la Papa, escenario en el que tienen asiento todos los sectores de este renglón de la producción agropecuaria.

A juicio de la directiva de la Andi, son dos los factores que incidieron en esta coyuntura adversa.

La primera, asegura, fue una temporada de heladas que se presentó en diciembre del 2014.

La segunda causa fueron las perspectivas de un fenómeno de El Niño que no se ha dado, pero que en su momento llevó a los agricultores a tomar la decisión de no sembrar.

Para Carolina Lorduy esta situación también es un llamado para que el país se organice mejor y para que haya una política de formalización de seguros de cosecha para el sector agropecuario.

Sostiene que los industriales han hecho grandes esfuerzos para organizar clústeres con los paperos, para darles asistencia técnica con el fin de que siembren en las óptimas condiciones de sanidad y de calidad exigidas para el procesamiento.

“Pero esos esfuerzos se pierden frente al hecho, que es perfectamente humano, que es el de abstenerse de sembrar, en espera de un fenómeno que se ha anunciado”, dijo.

La política de los seguros agropecuarios podría evitar que estas cosas sucedan, recalcó.

Desde la industria siempre se ha estado favoreciendo el desarrollo de las cadenas productivas y el aprovisionamiento nacional.

Los empresarios dicen están pendientes de que en esta ocasión se dé apoyo a un sector que se ha preocupado por impulsar la actividad papera y que, por primera vez en 15 años, está necesitando esta medida para remplazar lo que se perdió con las heladas y lo que se dejó de cosechar por la expectativa del Fenómeno de El Niño.

El sector confía en que, hacia el mes de mayo, los agricultores se animen a sembrar para que la situación se normalice en el segundo semestre del año, en medio de un ambiente de buenos precios, en general.

¿Cuál será el impacto en precios para el consumidor final?

En medio de la coyuntura de desaprovisionamiento de la papa de la variedad Diacol Capiro, desde la Cámara de la Industria de Alimentos de la Andi, se estima que se hacen esfuerzos para que no tenga impactos en el consumidor final.

De hecho, Carolina Lorduy sostiene que mientras el Índice de Precios al Productor (IPP) en alimentos ha tenido un incremento del 19 por ciento en el último año, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) muestra un incremento del 4 por ciento.

Desde su perspectiva, en vista de que la disponibilidad de papa es limitada, lo que se puede generar es que los precios se incrementen.

En ese contexto, dice la vocera de la industria, “la importación y el debido aprovisionamiento lo que causa es que los precios se nivelen y no se disparen”.

Esto, añade, lo que permite es una perspectiva de mayor demanda.

Constanza Gómez G.
Economía y Negocios

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