La situación actual del cultivo de papa en Chile

La situación actual del cultivo de papa en Chile
Diciembre 11, 2017

Durante muchos años, Chile fue un verdadero paraíso para el cultivo de la papa, no en vano es el sub- centro de origen del germoplasma que está presente en casi todas las variedades comerciales del mundo. Sin embargo, estas mismas bondades y las facilidades que nos da nuestro clima para cultivarlas, nos ha hecho erróneamente creer que somos inmunes a las plagas y pestes que la afectan en el resto del mundo. Esto claramente no es así, ya que al momento de ingresar dichas enfermedades se han transformado en un dolor de cabeza, muy difícil de manejar, que es agravado por la falta de cultura preventiva al respecto.

En efecto, hoy con pena y preocupación vemos el avance sistemático de las distintas enfermedades cuarentenarias, lo que ha ido reduciendo paulatinamente la zona considerada libre, además, la presencia de plagas reemergentes favorecidas por el cambio climático y la intensificación de las prácticas agrícolas, ha movido al Consorcio Papa Chile a encender todas las luces de alarma respecto de las funestas consecuencias que esto puede tener para el futuro del cultivo.

Una primera consecuencia es claramente la mayor dificultad para producir semilla de calidad y con ello obviamente la disminución de los rendimientos y el aumento de costos en el cultivo, haciéndonos menos competitivos a la hora de querer industrializar o dar valor agregado al producto. Sin semilla de calidad no tenemos futuro y seguiremos apostando a la producción de papa consumo como un albur, dejando a la suerte el resultado final.

Por mucho tiempo se ha pensado que los problemas de la papa son coyunturales y que dependen del nivel de producción que exista cada temporada, sin embargo, si tenemos una mirada más profunda, nos daremos cuenta que se trata de un problema estructural, que traspasa las temporadas, por ende la volatilidad de los precios se debe precisamente a eso. Un mercado profundamente informal, cada vez más limitado y amenazado año a año por los productos procesados que provienen casi en un 100% de importaciones, que acaparan las preferencias del consumidor actual, en conjunto con políticas exclusivamente orientadas a aumentar la producción, nos recuerdan cada cierto tiempo que no vamos en el camino correcto.

Si queremos ser actores de verdad en este cultivo, debemos en primerísimo lugar cuidar nuestras ventajas competitivas, dos de ellas sin duda son las condiciones que encuentra la papa en nuestro país y la gran disponibilidad de germoplasma de papas de días largos para generar nuevas variedades. En ambos casos estamos cediendo terreno y perdiendo esa ventaja en forma muy rápida.

Para poder competir y solucionar los problemas estructurales del cultivo de la papa, debemos primero trabajar fuertemente en producir semilla de calidad Certificada y en los volúmenes y precios adecuados, en segundo lugar ser rigurosos en el resguardo del patrimonio fitosanitario y en tercer lugar invertir en valor agregado, ya que aumentar la producción con la vista puesta en el mercado de la papa fresca es, dado la facilidad de saturación, una apuesta irresponsable.

Se necesita un plan nacional de desarrollo para el cultivo que contemple todas las variables y optimice el uso de los recursos, tanto productivos, tecnológicos como financieros, así evitaremos duplicar iniciativas y todos los esfuerzos tendrán como único fin el llevar la papa chilena al siguiente nivel, condiciones hay, nos falta ordenarnos y ponernos al servicio de un gran proyecto que pase por sobre nuestros intereses inmediatos y particulares.

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