Hacer del Futuro de los Alimentos un Futuro Sostenible

Making The Future Of Food Sustainable

Hacer del Futuro de los Alimentos un Futuro Sostenible

Noviembre 25, 2019

Nicolai Prytz, director de sostenibilidad y estrategia de TOMRA, ha analizado cómo empresas, consumidores y autoridades pueden ayudar a hacer que el futuro de los alimentos sea un futuro sostenible.

Con una población en rápido crecimiento, la adopción a nivel mundial de prácticas de producción sostenible es una cuestión imprescindible para proteger el futuro del planeta. La cadena de suministro de alimentos es sin duda un área en la que urge mejorar la sostenibilidad. Sin alimentos, ese preciado recurso que actualmente se pierde por toda la cadena de suministro, la sociedad en conjunto colapsaría.

Nicolai Prytz, director de sostenibilidad y estrategia de TOMRA

Nicolai Prytz, director de sostenibilidad y estrategia de TOMRA

Las ineficiencias del sistema en el sector alimentario también provocan un gasto innecesario de energía durante la producción, hecho que amplifica las innegables consecuencias negativas del cambio climático en la agricultura, incluidas las inestables condiciones de crecimientos de muchos cultivos y una reducción general en el volumen de producto que se obtiene del terreno cultivable. Estos problemas, junto al aumento de la población y de la demanda de alimentos a nivel mundial, representan importantes áreas problemáticas para el sector alimentario, del campo a la mesa.

Deben aplicarse medidas para reducir el desperdicio de alimentos y combatir el impacto del clima en la cadena de suministro de alimentos. La clave para hacer que el futuro de los alimentos sea un futuro sostenible es adoptar buenas prácticas cuanto antes en toda la cadena de suministro, para lo que la innovación tecnológica puede constituir un gran motor. En este artículo, exploro opciones para la sostenibilidad de los alimentos y analizo qué papel debe desempeñar el sector alimentario para proteger su futuro.

La sostenibilidad: cada vez más necesaria.

La Sostenibilidad puede definirse como (en inglés) “satisfacer las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Para las empresas, la sostenibilidad no se limita únicamente a introducir iniciativas ecológicas, como algunos pueden pensar. También incluye proteger y utilizar recursos de forma eficiente y eficaz.

La ONU prevé que la población mundial aumente en dos mil millones de personas en los próximos 30 años (en inglés). Este aumento de población conlleva la necesidad de aumentar la cantidad de alimento que se produce, lo que inevitablemente aumenta tanto el suelo agrícola necesario como el desperdicio de alimentos producido en toda la cadena de suministro y las emisiones de efecto invernadero derivadas de la producción de alimentos.

Es aquí donde la sostenibilidad de los alimentos es clave para mitigar las consecuencias negativas de una mayor producción y asegurar que el suministro de alimentos no se agota para las generaciones futuras.

Luchar contra el desperdicio y la pérdida de alimentos

Según el Instituto de Recursos Mundiales (en inglés), se desperdicia cerca de una cuarta parte de los alimentos producidos para consumo humano. Este desperdicio de alimento se produce en toda la cadena de suministro, incluidas las etapas de producción, tratamiento, almacenamiento, procesado, distribución y consumo, y puede dividirse en dos grandes grupos; la pérdida de alimento que ocurre en el proceso de producción; y el desperdicio de alimento que se produce en las etapas de consumo y venta.

A nivel mundial, las causas que provocan el desperdicio y la pérdida de alimento varían en cada continente. En Norteamérica y Europa, donde el desperdicio anual de alimento es de aproximadamente 100 kg (en inglés) por consumidor; el desperdicio de alimento (a saber, la etapa de consumo) es de más de la mitad de los alimentos producidos. En comparación, solo el 5 % del desperdicio de alimentos en el África Subsahariana se produce en la etapa de consumo; el resto se pierde durante las etapas de producción, tratamiento y almacenamiento de la cadena de suministro.

Estas cifras dejan claro el desequilibrio en la eficiencia alimentaria existente entre países desarrollados y países en vías de desarrollo. Los países desarrollados deben modificar el comportamiento de los consumidores, mientras los países en vías de desarrollo deben intentar mejorar sus infraestructuras y sus procesos en las primeras etapas de la cadena de suministro.

Aunque la pérdida de alimento puede ser mayor en los países desarrollados, la necesidad de realizar mejoras en las primeras etapas de la cadena de suministro es un problema mundial.

Aunque la pérdida de alimento puede ser mayor en los países desarrollados, la necesidad de realizar mejoras en las primeras etapas de la cadena de suministro es un problema mundial.

La colaboración de la industria internacional debe centrarse en reducir la pérdida de alimento durante los procesos de cultivo y clasificación para que se pueda aprovechar el máximo producto posible.

En cuanto al desperdicio de alimentos en la etapa de producción, una solución clave es la readaptación del producto. Si una manzana o un arándano no tienen la calidad suficiente para un uso, debe encontrarse otro uso y evitar que se pierda ese producto. Los sistemas de clasificación basada en sensores pueden establecer, por ejemplo, el nivel de calidad de un producto. Por ello, pueden permitir que productos de menor calidad se aprovechen para usos alternativos, como alimentos para mascotas o pienso para animales.

En TOMRA, nuestras soluciones de clasificación y calibrado pueden ayudar a aumentar rendimiento de la producción entre un 5 y un 10 % (en inglés), lo que, puesto en contexto, equivale a nada más y nada menos que unos 25.000 camiones de patatas al año. Así, las empresas pueden maximizar el rendimiento y las tasas de recuperación a la vez que reducen el desperdicio de alimentos y mejoran la calidad global de su producto.

Nuestras innovadoras soluciones de clasificación también pueden ayudar a limpiar cultivos que en el pasado no se recogían por haber sufrido daños provocados por condiciones climatológicas adversas como granizo, viento fuerte o lluvias torrenciales. Estas situaciones suelen implicar que gran parte del producto de entrada presente defectos, pero la limpieza de estos cultivos dañados basada en sensores y la eliminación de defectos sutiles tienen un impacto positivo muy importante en el tiempo que productos como fruta y verdura fresca pueden estar almacenados.

Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Además de los retos que supone el desperdicio de alimento, el sector alimentario también debe asumir la responsabilidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y las consecuencias negativas del clima que provoca la cadena de suministro de alimentos. La crisis medioambiental actual de la selva amazónica (en inglés), donde numerosos incendios están emitiendo a la atmósfera grandes cantidades de CO2 almacenado, es otra muestra de lo urgente que es reducir emisiones, no solo en el sector alimentario sino en todos los sectores.

El sector alimentario se encuentra en el epicentro de problemas medioambientales graves, al ser responsable de casi dos tercios de la pérdida mundial de biodiversidad (en inglés) y ser uno de los mayores causantes del cambio climático. La agricultura produce actualmente 12 Gt de CO2 al año (en inglés), cifra que se prevé que aumente en más de un 50 % en el año 2050 (en inglés).Si no se controla, ese nivel de emisiones representaría más del 70 % de la ‘cuota’ de carbono disponible para alcanzar los objetivos fijados en el Acuerdo de París.

Un área con gran margen de mejora es el transporte y la distancia que los alimentos tienen que recorrer del campo a la mesa. La demanda de los consumidores ha hecho esperar que cualquier producto esté disponible durante todo el año y se ha perdido la conciencia de la estacionalidad de algunos productos. Esto hace que deban importarse productos de todo el mundo para satisfacer el deseo del consumidor.

También hay que replantear qué alimentos consumimos. En su informe anual (en inglés),el WRI indica de qué forma el sector alimentario puede reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y hacerse más sostenible, a la luz del aumento de la población y la necesidad de alimentos que se prevén para el año 2050. Este informe expone que se pueden reducir significativamente las emisiones si se reduce el consumo de carne de ternera y cordero y se aumenta el consumo de fruta y verdura.

Sin embargo, el WRI también declara que la cadena de suministro alimentario debe aumentar la productividad dela ganadería y los cultivos a niveles superiores a los históricos. En pocas palabras, aumentar los alimentos disponibles reduciendo el uso de terreno para así lograr una producción más sostenible. Una de las recomendaciones del informe del WRI es emplear tecnologías y métodos de cultivo innovadores que reducen las emisiones agrícolas de gases de efecto invernadero.

La pelador a vapor de TOMRA (en inglés) está diseñada teniendo en cuenta la reducción del consumo de energía, y ofrece una forma sostenible de producir alimentos. Esta máquina puede reducir el consumo de energía en hasta un 25 %, lo que significa ahorros de hasta 82.000 € al año por empresa productora, además de ayudar a reducir el consumo de agua (28 % menos de vapor en comparación con máquinas similares).

Las soluciones innovadoras de clasificación también permiten eliminar de la cadena de suministro productos defectuosos antes de que pasen a congelarse. Esta práctica es habitual para la fruta y puede ayudar a reducir el consumo de energía y optimizar el rendimiento. En otras palabras, las tecnologías de clasificación tienen un gran potencial para impulsar tanto la rentabilidad como la sostenibilidad de muchas empresas alimentarias.

Un futuro sostenible para los alimentos

Para lograr un futuro sostenible para los alimentos, gobiernos, empresas y consumidores deben cambiar la forma en que se producen y tratan los alimentos, del campo a la mesa. Con una población mundial que se prevé que aumente hasta casi los 10.000 millones de personas en los próximos 30 años, el sector alimentario debe adaptarse y adoptar nuevas prácticas que reduzcan el desperdicio de alimentos y las emisiones de gases de efecto invernadero y encargarse de que el suelo agrícola se use de la forma más sostenible posible.

Para el año 2050, la demanda de alimentos aumentará un 50 % por lo que para superar estos retos es imprescindible asegurar la sostenibilidad del sector alimentario para las generaciones futuras. En TOMRA Food estamos comprometidos a liderar la revolución de los recursos mediante nuestra tecnología, ayudando a mejorar el rendimiento, reducir el desperdicio de alimentos y usar de forma más eficiente nuestros recursos alimentarios; tres factores clave de la sostenibilidad alimentaria.

Trabajando codo con codo y colaborando con gobiernos, responsables políticos y empresas podemos ayudar a mejorar la sostenibilidad de la cadena de suministro alimentario y crear un sector alimentario para el futuro.