Consiguen adaptar diez variedades de papa a calor extremo en Parú

February 19, 2012
La papa es un tubérculo serrano que se cultiva de manera óptima entre los 3 mil y 3 mil 800 metros sobre el nivel del mar, a temperaturas entre 15 y 25 grados centígrados. Sin embargo, estudios realizados por el Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA), el Centro Internacional de la Papa (CIP) y la Universidad Nacional de San Agustín (Unsa), demostraron que al menos diez variedades pueden ser cultivadas en Santa Rita de Siguas, un distrito arequipeño situado a mil 300 metros de altura y con temperaturas de hasta 35 grados.

Es la primera vez que se consigue adaptar este tubérculo a temperaturas extremas. Precisamente el estudio pretende demostrar que existen especies tolerantes a los cambios climáticos, que resisten los efectos del aumento de temperatura.

Las investigaciones en Santa Rita de Siguas empezaron el 2009 con 64 "clones". El experimento cuenta con el apoyo de 15 agricultores del lugar. En estos años fueron descartando a las especies menos resistentes hasta quedarse con diez.

Pedro Valdivia Góngora, director del INIA, señaló que al 2015 se quedarán solamente con dos prototipos de papa resistentes al calor y a la humedad.

Especies resistentes

Rolando Cabrillo Mansísimo, uno de los investigadores y asociado del CIP, explicó que Santa Rita, por sus altas temperaturas que oscilan entre 35 y 40 grados, fue escogido como el centro de análisis.

A las 64 especies en estudio se le aplicó dos técnicas de investigación: “Tolerancia sequía”, que consta en el riego de la siembra cada dos días durante la mitad del proceso de crecimiento (el ciclo dura 90 días). El riego normal para una cosecha es interdiario.

La segunda técnica es la “Tolerancia de Calor”. El especialista aclaró que el proceso de crecimiento de la mata es óptimo en temperaturas de 12 y 25 grados. Pero las parcelas de Santa Rita estuvieron expuestas a 40 grados durante el día, además de la humedad por la noche.

De los diez "clones", los más resistentes resultaron ser las variedades de Serranita, Chumarina, Reiche, Única, Perricholi y Tomasa Condemayta.

Cabrillo dijo que uno de los problemas en todas las investigaciones se produjo por la “polilla altomario”, insecto que se come las hojas de la mata. El tipo de riego que utilizan es por aspersión. En dos meses harán un informe sobre los resultados.
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