La plaga que tiene en alerta a la papa en Colombia

La plaga que tiene en alerta a la papa en Colombia

La plaga que tiene en alerta a la papa en Colombia

November 12, 2013
Tras el paro nacional agropecuario que vivió el país entre agosto y septiembre, los cultivadores de papa empezaron a ser testigos de un problema preocupante. No era exactamente el tema de los bajos precios del tubérculo en el mercado, sino la propagación de una plaga que, de no ser controlada a tiempo, podría causar problemas a las cosechas de 2014. Se trata de la polilla guatemalteca.

Esta enfermedad de la papa, cuya larva afecta la calidad del tubérculo dejándolo inservible, según el presidente de la Federación Colombiana de Productores de Papa (Fedepapa), Alejandro Estévez, está poniendo en riesgo cerca de un 30% de los cultivos del país. El directivo anotó que “el verano y los paros del sector, sumados a la falta de atención a las siembras por parte de los productores”, son los factores que le han permitido a la polilla apoderarse de cultivos enteros en regiones como Boyacá, Cundinamarca, Nariño y Antioquia.

Aparte de que la papa está en precios históricamente bajos —por ejemplo, un kilo de papa negra se cotiza en $620 en Corabastos (Bogotá)—, Estévez advierte que los agricultores pueden perder con la propagación de esta plaga hasta un 30% de su producción y que la cosecha del primer trimestre del próximo año podría verse perjudicada. Incluso, la de enero de 2014 llegaría a sentir las consecuencias. “Esa plaga no se soluciona fácilmente. Tenemos que tomar medidas rápidas con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) para hacer prevención, desinfección de suelos y recoger excedentes de cosechas”.

Según el gremio productor de papa, otra razón que tiene en aprietos al sector son las compras del tubérculo que está haciendo el Gobierno desde el mes pasado para nivelar los precios en el mercado. “Esto ha perjudicado la comercialización y ha causado que la venta de papa haya caído mucho. Creemos que la intervención de mercados se debe revisar, porque el beneficio es para un número pequeño de agricultores”.

John Jairo Alarcón, jefe de la Dirección Técnica de Santidad Vegetal del ICA, explicó que la polilla guatemalteca tiene la capacidad de llegar a varias instancias, como las semillas que guardan los agricultores, la papa que se almacena en bodegas y la que aún está enterrada en el campo. “Esta plaga aumenta su ciclo en verano, a lo que se añade la falta de controles en campo, como fertilización y quitar la maleza, y los paros. A esto se suma que los productores dejan la papa en el suelo a la espera de mejores precios”.

El experto reiteró que el ICA ha venido monitoreando el comportamiento de la plaga en diferentes regiones para evitar que continúe avanzando y explicó que la polilla no es tan buena para resistir los ciclos de humedad, de cara a la temporada de lluvias.

La semana pasada hablamos con el ICA y con el ministro de Agricultura (Rubén Darío Lizarralde). Los pusimos en alerta y estamos a la espera para hacer trabajos en la parte técnica”, contó Estévez, al tiempo que reiteró que el gremio, de la mano con el Gobierno, lanzó una campaña llamada “Ser buena papa”, para estimular el consumo del tubérculo en el país. Ésta tiene como imagen al ciclista boyacense Nairo Quintana.

“Buscamos una estrategia para aumentar la demanda. El problema de la papa es de sobreoferta y poco consumo. Hace cinco años, un colombiano consumía cerca de 75 kilogramos de papa al año. Ahora la cifra se redujo a 60 kilos per cápita”, explicó el directivo de Fedepapa.

Tras medidas de largo plazo

En medio de la situación que vive el sector, el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rubén Darío Lizarralde, defendió las compras de papa que está haciendo el Gobierno en tres departamentos y reiteró que esta medida, que fue criticada, es buena para darle oxígeno al mercado. “Lo que hay que hacer, y eso es parte de las políticas del Ministerio, es agregarle valor a la producción agraria para que la gente no tenga la obligación de sacar al mercado las cosechas inmediatamente se dan, porque si de pronto ha habido la tentación de sembrar demasiado de algo, los mercados se atiborran y los precios se van al suelo”.

De acuerdo con Lizarralde, “la decisión de mediano y largo plazo en el caso de la papa está en que tenemos que invitar a los campesinos a que no siembren 12 o 15 variedades de papa en todo el país, sino tres o cuatro que puedan ser industrializables. El Gobierno debe propiciar la agroindustria que va a recibir ese producto para convertirlo en harina, alcoholes o papa congelada. Que los mercados de alimentos la reciban cuando se requiere”.

Agregó que a esas medidas de corto plazo se suma la firma de un convenio entre “Corpoica, Colciencias y el Ministerio de Agricultura para que nos entreguen las semillas que debe manejar el mercado nacional”.

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