Comunidades andinas del Perú usan sus conocimientos para proteger variedades de papa

Comunidades andinas del Perú usan sus conocimientos para proteger variedades de papa
January 13, 2015

A las siete menos cuarto de la mañana, Martha –con su bebé en la espalda– y su hermano menor Josué deben sacar al toro Anselmo del establo de unos vecinos y llevarlo al suyo para alimentarlo. “Era gordo pero ha bajado de peso porque no había pasto: es que no llegaba la lluvia”, explica la joven mamá, aludiendo a lo impredecible del clima, uno de los efectos más comunes del cambio climático en el mundo. Su comunidad, Amaru, es una de las cinco de Cusco, en la sierra sur de Perú, que forman parte del Parque de la Papa, donde campesinos trabajan con científicos para prevenir y afrontar los daños en los cultivos de más de 1.300 variedades del tubérculo.

El Parque de la Papa abarca 9.200 hectáreas entre los 3.200 y 5.000 metros sobre el nivel del mar y protege la mayor cantidad de variedades de papa nativa en el mundo. Unas 6.200 personas viven en ese espacio y cultivan en tres pisos ecológicos: el bajo, medio y alto. La papa, que crecía en el medio, a 3.800 metros se ha movido a los 4.000 buscando el frío: el calentamiento de la tierra ha generado ese desplazamiento y nuevas plagas, entre otros perjuicios.

El artículo completo fue escrito por Jacqueline Fowks y se publicó en El País de España bajo el título de Salvar la patata.

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