El gusano de alambre, principal enemigo de la patata andaluza

The wireworm, the main enemy of the Andalusian potato.
El gusano de alambre, principal enemigo de la patata andaluza.
Abril 24, 2023
Andalucía encara, aunque con bastante retraso provocado por las heladas, una campaña de patata nueva que será, a priori, «buena» pero que sufre la falta de productos fitosanitarios, señala Javier Boceta, director general de Meijer, empresa obtentora de variedades y líder en las patatas más sembradas y más demandadas por la industria nacional.

Cabe recordar que la patata es un cultivo con fuerte implantación en las comarcas sevillanas de La Vega, el Aljarafe y Las Marismas. Y es que la provincia de Sevilla es una de las principales productoras de patata nueva de Andalucía, con unas 3.500 hectáreas. Gran parte de ellas (aproximadamente un 34%) están en La Rinconada, que ha hecho de este cultivo un emblema local.

Este año se ha sembrado menos patata por la subida de costes, aunque tampoco se trata de una bajada significativa, según detalla Boceta, que sí considera destacable el retraso provocado por las heladas. «Los daños no han sido muy cuantiosos, pero sí hará que empecemos más tarde y que, entre la última semana de mayo y las dos primeras de junio, pueda haber algún día puntual con falta de camiones, por ejemplo», avanza el director general de Meijer.

En las explotaciones andaluzas aún no se ha empezado a recoger patata, pero sí se ha cogido cierta cantidad en fincas de Cartagena.

La sequía

En estos momentos, la sequía es una de las grandes preocupaciones del sector. A la patata, que es un 82% agua, le vendrían muy bien las lluvias primaverales que todo el campo espera con impaciencia. No obstante, la percepción es que la campaña será buena, precisamente, porque las producciones no serán demasiado altas.

Además, desde el sector respiran aliviados porque la patata de conservación procedente de Francia, que antes era la principal competidora de la patata nueva andaluza, ya ha dejado de serlo.

Esto se debe, sobre todo, a que las cadenas españolas han cambiado de tercio y priorizan la compra de patata nueva frente a la ‘lavada’ o de conservación. «El consumidor ha aprendido a diferenciar la patata ‘vieja’ procedente de Francia respecto a la nuestra, de excelente calidad, y es la que busca en los lineales», concreta Boceta.

Superior a la de conservación

Cabe recordar que, no hace muchas campañas, la mayoría de cadenas de distribución ofrecían patata de conservación de manera preferente, lo que hizo que el sector iniciase numerosas campañas de promoción de la patata procedente de Andalucía, que tiene mejores cualidades para la fritura, más nutrientes y mejor sabor que la procedente de Francia, que está durante meses en cámaras frigoríficas, no es fresca como la sevillana y pierde gran parte de sus propiedades, sobre todo si se destina a frito, uno de los principales usos en España.

A esta buena imagen y ritmo de comercialización de la patata nueva contribuye, también, que el calendario de siembra y recogida cubre ya casi todo el año, gracias a la recuperación de las siembras de enero. No obstante, sigue siendo más numerosa, y seña de identidad de la provincia, la patata que empieza a comercializarse en mayo y dura hasta noviembre.

Egipto, ¿el gran rival?

No obstante, no todo es bueno en el mercado de la patata. Y es que las fincas dedicadas a este tubérculo en Egipto empiezan a despuntar como competidoras de las andaluzas, sobre todo en lo referente a las exportaciones a Alemania, que recibía gran parte de la patata de la provincia de Sevilla y que, en los últimos tiempos, está comprando mucha patata egipcia.

«Europa está infectada de patata de Egipto, lo que ha hecho bajar de manera drástica las exportaciones sevillanas a Alemania, que antes eran muy importantes», concreta Boceta, al tiempo que critica que «la Unión Europea pretenda la sostenibilidad en las políticas agrarias y, al mismo tiempo se traiga patata de destinos lejanos habiendo producción autóctona».

Como ejemplo, una de las fincas egipcias con más hectáreas produce más patata que toda la provincia de Sevilla, que oscila las 300.000 toneladas.

El director general de Meijer lamenta, también, que la Comisión Europea «se pegue un tiro en el pie» prohibiendo el uso de cada vez más productos fitosanitarios. De hecho, advierte que el gusano de alambre, que afecta tanto a la producción como a la calidad de los tubérculos, es «el principal enemigo» de la patata andaluza. «No tenemos medios eficientes para combatirlo», detalla. Antes, asegura, había productos con activos muy eficientes que, «por unos 40 euros», eliminaban el parásito.

La amenaza del gusano de alambre

Ahora, el sector ha recurrido a una manera muy anacrónica, «y poco sostenible», de luchar contra él: durante todo el verano se encargan de remover continuamente la tierra para intentar que las larvas queden expuestas a las altas temperaturas y mueran. «No es un método 100% eficiente.

De hecho, hemos tenido que abandonar tierras muy buenas productivamente pero más propensas al gusano de alambre», se lamenta Boceta, que insiste en que únicamente piden «armas» para luchar contra las graves amenazas sanitarias que sufre el sector. «Invertimos más de 400 euros en algo que antes nos costaba 40, lo que aumenta aún más la asfixia económica».