India revoluciona el mercado de papas fritas: ¿un ejemplo para Latam?

Hace quince años, los barcos que traían papas fritas congeladas a India llegaban a Mumbai o Chennai. Hoy, esas mismas papas salen desde los puertos de Gujarat rumbo a Dubái, Manila o São Paulo. En menos de una década, India pasó de ser un importador marginal a uno de los mayores exportadores mundiales de papas fritas, gracias a una combinación de innovación tecnológica, cooperación agrícola y visión industrial.

Un modelo que inspira a América Latina

India, que produce más de 50 millones de toneladas de patatas al año, logró en tiempo récord lo que países como Argentina y Brasil aún proyectan: transformar su producción primaria en una industria de alto valor agregado capaz de exportar al mundo. Empresas como McCain, HyFun Foods o Iscon Balaji lideraron un proceso de modernización que integró agricultura por contrato, automatización y cadenas de frío, alcanzando más de 180.000 toneladas exportadas en 2024-25.

Innovación con raíces locales

El epicentro de este crecimiento es Gujarat, donde las condiciones agroclimáticas estan lejos de ser optimas (70% del territorio es semi árido), pero donde la inversión privada y la coordinación con los agricultores permitieron cultivar variedades específicas para fritura —ricas en materia seca y bajas en azúcares— con estándares comparables a los de Bélgica o los Países Bajos. Allí, los productores reciben asistencia técnica, semillas certificadas y precios garantizados, en un modelo replicable para regiones como Buenos Aires en Argentina o el cerrado brasileño, que cuentan de por sí con suelos muchos fértiles y capacidad tecnológica para dar el salto industrial.

Oportunidad para el Cono Sur

Mientras India consolida su lugar en el mercado asiático y de Medio Oriente, América del Sur podría aprovechar su ventaja logística hacia Estados Unidos y Europa, además de la disponibilidad de tierras y agua dulce. Argentina —con su tradición productiva y potencial exportador por los puertos del atlántico— y Brasil —con su creciente mercado interno y capacidad de inversión— podrían liderar la próxima ola de expansión de papas procesadas en el hemisferio sur.

De Gujarat al mundo, una lección para Latinoamérica

El caso indio demuestra que la articulación entre productores, industria y ciencia puede convertir un cultivo tradicional en una historia de éxito global. Con apoyo político, infraestructura y visión exportadora, Argentina y Brasil tienen el potencial de seguir un camino similar: pasar de vender papas frescas a colocar sus propias papas fritas en los menús del mundo.

India no solo conquistó el mercado de las papas fritas: reinventó la forma en que un país en desarrollo puede integrarse al comercio global. América Latina podría ser la próxima en seguir sus pasos.